
Satán, sus siervas las brujas y la religión del mal
Vigo, 1984, Xerais, 408 pp.
Satán es una figura compleja. Pero, en contra de la opinión vulgar de hoy, todos sus rasgos tienen un significado profundo y coherente: los cuernos, el olor a azufre, la pelambrera, la vejez, su predilección por la noche y por ciertos lugares, su aspecto femenino y las encarnaciones en animales diversos. Es el señor del Mal en el sistema dualista cristiano. Y las brujas, por su parte, lo imitan. Son sus siervas y practican una religión -mítica, por supuesto- en todo contraria a la del Dios del Bien.