Mitología Clásica

Por su personalidad, por su significado y por sus amores Afrodita, la Venus romana, es una diosa central en el sistema mítico clásico. Según Hesíodo, nace de la sangre de los genitales de Urano. Esa genealogía subraya una particular manera de concebir la creación. La Afrodita nacida de los genitales de Urano continúa la acción creadora del macho primigenio.

Los mitos griegos se ajustan a una estructura muy sólida. Frente al Caos inicial, del que perviven en la actualidad la noche, las enfermedades y la muerte, surge un mundo ordenado. Brota en primer lugar Gea, la tierra, de la que nacen Urano (el cielo), las montañas y el mar. Gea y Urano, los padres primordiales, dan vida a los Titanes. Pero esa pareja no acabará la creación porque Urano es castrado y de su semen nacerá Afrodita, que completará la creación no en un instante mítico, sino a lo largo de la historia.

Los Titanes, nacidos de los padres primordiales, ponen los pilares del mundo griego. Una pareja da nacimiento a los astros; otra, a los vientos; otra, a los ríos; otra, a los hombres; y otra, a los dioses. La «tribu de los dioses» surge de Crono y Rea. Los olímpicos son seis varones y seis diosas. De los varones, Zeus es el dios de cielo; Posidón, del mar; Hades, del inframundo. De las diosas, Hera es la compañera de Zeus; Deméter, la tierra productiva; y Hestia, el fuego del hogar. De todos ellos surgen los demás dioses, seres poderosos, inmortales y siempre jóvenes gracias a la ambrosía.

Los seres humanos proceden de Iápeto, uno de los Titanes. Descienden, pues, de Urano, por lo que tienen naturaleza celeste y están emparentados con los dioses. Son héroes las figuras épicas cuyas hazañas fueron cantadas por los bardos, en especial las figuras homéricas; y son héroes, sobre todo, los semidioses. Los mitos de los héroes son historias ejemplares. Aunque no del todo exentos de bajezas humanas, los más perfectos entre los héroes se conducen como dioses en este mundo, como hombres divinos.